LA GUARIDA DEL PIRATA

Es estúpido pensar que un poder antiguo como el del quiróptero dios Belial no castigaría a aquellos que interfieren con él. Tras la persecución de la secta conocida como “los hijos de Belial”, cada miembro de la policía de Augusta que participó en aquella detención masiva que terminó en un exterminio de la secta para acabar con la mancha de asesinatos que la secta venía perpetrando en la ciudad, fue maldecido por Belial a una existencia itinerante entre el dominio del dios y la realidad. Pero aún así, el teniente Jim Dugan y sus hombres a cargo han logrado controlar de cierta manera la maldición para emplear sus nuevos dones en la lucha contra el crimen sin saber que todo es parte del plan de Belial en la Guerra Oscura.